El barranco de la Hoz es una de visitas obligadas que se encuentra en este paraje ubicado en el Parque Natural del Alto Tajo. Es una zona llena de contrastes de colores, vegetación y grandes vistas. Todo ello ha sido gracias al Río Gallo, que fluye por un relieve abrupto. Las formaciones rocosas de la zona poseen un bonito color, que mezclado con el color de la flora en otoño, crean un paisaje idílico. Se accede desde el pueblo de Corduente, y además dispone de un parking frente al Barranco y el Santuario de la Virgen de la Hoz.
Cuando uno se acerca a visitar la Virgen de la Hoz por primera vez, lo primero que llama la atención es a la entrada al Barranco y las formaciones rocosas de tono rojizo. Al adentrarse por la carretera y seguir el curso del río Gallo, se distingue lo que el agua ha labrado a su paso entre las formidables rocas abriéndose camino entre la naturaleza abrupta del paisaje. Contemplando el "Huso", una roca delgada y puntiaguda, nos acercamos a la ermita de la Virgen de la Hoz, donde nos vuelve a sorprender la "Rueca", una roca enorme que se alza frente al Santuario y el enclave de la casa de la Hoz que se encuentra en la misma roca bajo de una gran formación de rocas areniscas y conglomeradas que nos hablan del pasado milenario de esta tierra. Si accedemos a su plaza y alzamos la vista, veremos una piedra que parece peligrosa porque asoma más que las demás, a esta los lugareños llaman la "Cobertera".
El peregrino y visitante se queda sorprendido de tal belleza, pasan el umbral de la puerta y suben los escalones hasta la ermita la cual nos anuncia la cercanía de la bendita imagen de la Hoz. Al entrar nos sorprende la sobriedad del templo y destaca en su bóveda ojival el retablo en el cual resplandece la Virgen de la Hoz. Muchos son los que solo pasan y ven las piedras y adornos de la ermita, pero otros muchos oran en silencio y con el gesto de encender una vela, ponen sus vidas y preocupaciones en manos de la Virgen. Desde el siglo XII la Virgen en su Advocación de la Hoz protege y guía a tanta gente que peregrina buscando su amor y consuelo.