Aragoncillo es una pedanía del municipio de Corduente (Guadalajara, España), situada a 18 kilómetros de Molina de Aragón, con una población censada de 39 habitantes aproximadamente, una altitud de 1267 metros y un clima bastante frío en el contexto peninsular. Se encuentra a los pies del alto de Aragoncillo (1517 metros), siendo esta la mayor altura de la zona.
Si preguntas los motivos por los que quedarse en él, los de Aragoncillo te dirían que son innumerables. Estos son los puntos clave:
Se ha podido comprobar que nuestro frontón es el mejor de la comarca, ya que cuenta con una red, además de una posición estratégica que evita que se pierdan pelotas. Cabe destacar su gran pista, lo que permite un juego más cómodo.
Aragoncillo se encuentra a 1Km de la nacional y no cuenta con una vía de paso directa a otros pueblos, por lo que solamente estarán los vehículos de la gente que visite el pueblo, reduciendo de esta manera la posibilidad de atropello al no tener una vía muy transitada.
La vida en este pueblo se hace en la calle, por lo que es normal que haya todo tipo de actividades para divertirse como: jugar a las cartas en el bar, jugar un frontón, dar la vuelta al cerro, subir a Peñas Altas... Y todo ello respirando un aire puro.
IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ
La iglesia de San Bartolomé se localiza en la Plaza del pueblo, de estilo románico, donde su arquitectura presenta una torre espadaña, que es el signo más apreciable de esta construcción. La espadaña se trata de un campanario de una sola pared, en la que existen unos huecos para colocar sus campanas. La función de la torre campanario en aquellos templos que no la poseen, la asumen las espadañas. Habitualmente se alzan sobre el hastial del poniente. En principio la espadaña sería la "hermana pequeña" del campanario.
A un lado de la iglesia se encontraban las escuelas donde daban clase a los niños y niñas de Aragoncillo. Tiempo después se contruyó un nuevo edificio separado donde fueron trasladados los niños y las niñas se quedaron en la escuela de siempre.
LA LAGUNA
La laguna de Aragoncillo se encuentra rodeada de un paisaje maravilloso. Su roca perfectamente colocada permite tumbarse y disfrutar de las vistas, especialmente al atardecer. Se trata de un lugar de fácil acceso para toda la famila y en el que los niños acostumbran a intentar cazar con sus manos o redes las ranas para poder tocarlas y luego volverlas a liberar.
Si pensabas que eso era todo, te confundes, porque la verdadera mágia comienza caída la noche. Sin la interferencia de luces cercanas, el cielo se convierte en un lienzo estrellado que parece no tener fin y las ideas sobre lo conocido y desconocido empiezan a fluir, todo ello armonizado por una banda sonora natural conformada por el canto de los grillos y el croar de las ranas.
Es totalmente recomendable que te pases por Aragoncillo durante las lágrimas de San Lorenzo (mediados de agosto) y que disfrutes de las estrellas fugaces desde la famosa roca de la laguna. Está científicamente demostrado que todo el que viene por primera vez repite al siguiente año.
EL PILÓN
El Pilón es un recipiente grande de piedra que su origen se remonta a los inicios de Aragoncillo. Se usaba para almacenar el agua que se traía desde los manantiales cercanos y que servía para dar de beber a las mulas y otros animales de carga. Con el paso del tiempo, el Pilón se transformó en lo que hoy conocemos, una fuente de un solo caño que se alimenta del agua de lluvia y que en su parte posterior sigue conservando el recipiente de piedra original.
Esta fuente era muy apreciada por los vecinos de Aragoncillo, ya que en época de lluvias manaba agua de forma natural, lo que permitía a las mujeres llenar cubos de agua para llevarlos a sus casas. Antes de que se instalara el agua corriente, como en la actualidad, el Pilón era el único lugar donde se podía obtener agua fresca y limpia. Cuando se encontraba seco, las mujeres debían hacer un paseo a la llamada "fuente vieja", que estaba situada a las afueras de Aragoncillo y que tenía un caudal más constante pero menos abundante.
El Pilón es un símbolo de la historia, la cultura y la tradición de Aragoncillo, y un lugar de encuentro y convivencia para sus habitantes.
EL PAIRÓN
Antiguamente a la entrada de las ciudades o villas se colocaba una cruz de término, como muestra de piedad por parte del pueblo, para fomentar la de los viajantes a su paso por él. Reciben diferentes nombres según la región donde se encuentren, pero básicamente se trata de una columna de unos 3 metros hecha de piedra y culminada con una cruz de hierro o una esfera de piedra. La finalidad del pairón era marcar la proximidad de un pueblo, sirviendo de guía a caminantes sugiriéndoles rezar una oración junto a él.
Nuestro pairón fue construido en 1961. A finales de los 80 estaba en muy malas condiciones y fue preciso reconstruirlo (todas sus piezas son originales excepto la base), gracias a ello sigue orgullosamente erguido recibiendo a todos los que nos visitan.
EL HORNO
El edificio del horno fue ampliado en 1899, lo que incluyó la construcción de un nuevo horno en el local. Antes de esto, se encontraban diferentes hornos familiares en las casas de los vecinos. Se tiene constancia de al menos 2, uno en casa de Fabián y otro en la casa del tío "Mingara".
La construcción que albergaba los dos hornos se utilizaba también como salón de baile y era lugar de encuentro social de Aragoncillo. Todos los meses de septiembre se sorteaban los puestos para cocer los panes y para traer la leña. El tío Martín Gutiérrez, oliendo el negocio, se propuso ser el panadero y construyó su propio horno en 1935, lo que puso fin al horno público. Desde aquí se vendía pan a gran número de pueblos cercanos y a algunas zonas más retiradas.
En 1964 el horno ya no funcionaba a pleno rendimiento y poco después cesó su producción. Hoy en día es el punto de encuentro a la hora de hacer comidas y cenas entre amig@s/vecin@s.
LA VENTA DE ARAGONCILLO
La Venta de Aragoncillo se trata de un establecimiento situado en un lateral, antiguamente de un camino, y hoy en día de la carretera N-211. Puede estimarse su uso para servir comida y dar alojamiento, aunque se desconoce si se levantó inicialmente con ese propósito. Su construcción tampoco tiene constancia en el archivo histórico. Además de como venta, el edificio tuvo vocación agropecuaria y sirvió como lugar de reparto de correo a las localidades de Aragoncillo y Torremocha.
A la altura de la Venta tuvo lugar el 1 de junio de 1937 un atentado contra el general franquista José Moscardó, portagonizado por Juan Concha Medina al paso del convoy del general. Este atentado se saldó con varios muertos.
En 1941, una chispa de la chimenea del edificio originó un gran incendio que devastó parte de la vivienda.
Finalmente, la Venta cesó su actividad en la década de 1960 y en 1974 quedó en desuso como residencia y terminaron sus actividades agropecuarias.
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD
La ermita, al igual que el pilón, forma parte de la historia de Aragoncillo. Ha sufrido varias remodelaciones hasta adquirir su aspecto actual. Es una construcción sencilla, con un pequeño altar donde se venera a Nuestra Señora de la Soledad.
Antigüamente los santos que se alojaban en la ermita, se sacaban de procesión hasta la iglesia, para posteriormente volverlos a llevar a sus aposentos. Durante el año los santos se guardaban dentro de la ermita, pero llegada la Semana Santa, se dejaban sobre unas mesas en el exterior y los hombres del pueblo se turnaban noche y día para custodiarlos.
En la actualidad cuenta con una zona verde en su parte posterior y un pequeño monumento. En las fiestas de Aragoncillo, se celebra una procesión desde la iglesia hasta la ermita, donde se encuentran San Bartolo y la Virgen que está en su interior.
EL LAVADERO
En tiempos pasados, el lavadero era el sitio fuera del hogar donde las mujeres lavaban la ropa a mano, generalmente sobre una tabla o piedra lisa que también recibía este nombre. Hasta la llegada de agua corriente a los hogares, era común encontrar estos lavaderos en todos los pueblos que servían como punto de encuentro y lugar donde hablar sobre la vida cotidiana.
Nuestro lavadero "nuevo", porque existe otro más antiguo que se encuentra más alejado de Aragoncillo, fue reformado por la Junta de Castilla-La-Mancha, permitiéndonos contemplar su belleza hasta la actualidad.
Adrián Gutiérrez Creador